Soberano Arcángel san Rafael,
glorioso y bendito espíritu celestial
que gozas de la visión beatifica y eterna del Padre,
del Hijo, del Espíritu Santo y de María Santísima
y eres uno de los siete Arcángeles que están siempre presentes
y tienen entrada a
la Gloria de Dios,
recibe con bondad estas mis súplicas
y desde los Cielos envíame tus prodigiosos y efectivos rayos
para que mi vida cambie para bien y sea mucho mejor.
Glorioso y bienaventurado Arcángel
que eres digno de nuestra veneración y
agradecimiento
por lo mucho que nos das con tu asistencia y
protección,
por lo mucho que nos amas a los mortales,
y por los muchos milagros que obras en nuestro favor.
Ya que eres fiel intercesor ante la Divinidad,
Ya que eres fiel intercesor ante la Divinidad,
te pido escuches
mi ruego lleno de desesperación
y seas mi gran
amigo y benefactor:
expulsa los males de
mi cuerpo,
aleja los peligros
del alma y cuerpo,
devuelve el vigor
a mi dañado corazón
y alivia las
grandes penas y necesidades que me afligen.
Guíame, como lo hiciste con Tobías
Guíame, como lo hiciste con Tobías
para que sepa encontrar el camino correcto,
acompáñame para que nadie me pueda hacer mal
protégeme para que ningún infortunio me afecte,
dame consejo en las dudas y fortaleza en la debilidad,
y lléname de paz y esperanza, de bienestar y tranquilidad
en estos tiempos de tribulación.
Hoy te invoco con ilusión y llego hasta ti, mi bello san Rafael,
Hoy te invoco con ilusión y llego hasta ti, mi bello san Rafael,
para que me rodees en tus alas amorosas,
me des tu milagroso auxilio en mi necesidad,
y el consuelo y el alivio en todas mis aflicciones y
enfermedades.
Tu que eres fiel compañero y a tu lado todo es posible,
Tu que eres fiel compañero y a tu lado todo es posible,
te pido tu especial bendición y colaboración
ahora que me encuentro triste y agobiado-a
y no encuentro la salida para mis pesadumbres.
Tú que estas rodeando el Trono del Altísimo
Tú que estas rodeando el Trono del Altísimo
ruégale por mis problemas, por mis dificultades,
y, por la sabiduría que Dios te ha concedido,
y apelando con
todo mi corazón a la Misericordia Divina,
que nace del
Padre, se expresa en el Hijo
y se materializa en
el Espíritu Santo;
te pido que tengas
a bien entregarle mis peticiones
para que, si es su voluntad, me envíe su generosa ayuda:
(decir el problema y lo que se quiere conseguir).
para que, si es su voluntad, me envíe su generosa ayuda:
(decir el problema y lo que se quiere conseguir).
San Rafael Arcángel, guía Celestial,
médico de nuestra salvación, ángel del amor Divino,
acude a mí y dame
fortaleza en las debilidades,
devuélveme la alegría
y las ganas de seguir luchando
y haz que consiga
lo que con gran fe y esperanza he solicitado.
Bendito ángel del dolor y de la curación,
alivia y sana mis
sufrimientos
tanto los del
cuerpo, como los del corazón y del alma;
sé mi auxilio en
este mi complicado caso que parece perdido
ilumíname, ayúdame
en mi desesperación,
y consigue que se alejen mis angustias y desasosiegos.
Te lo pido en el nombre de la Santísima Trinidad
y consigue que se alejen mis angustias y desasosiegos.
Te lo pido en el nombre de la Santísima Trinidad
y para mayor gloria de
Dios,
te lo pido por mi Madre
Celestial, que es Reina tuya y mía.
Gloria a Dios Padre,
Gloria a Dios Padre,
gloria a su Hijo único,
gloria al Espíritu Paráclito,
ahora y siempre
por los siglos de los siglos.
Amén. +
Amén. +
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
La oración y los rezos se hacen por siete días seguidos,
veintiuno si la petición es un caso perdido o muy, muy difícil.
El primer y ultimo día se enciende una vela,
(de color verde si es para pedir un milagro de salud,
de color rosado para problemas de amor o pareja,
o azul celeste o blanco para cualquier otra petición),
hay que dejarla encendida hasta que se consuma del todo.
Creo en Dios padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, y creo en Jesucristo nuestro señor. Amén
ResponderEliminar