San Francisco de
Asís, padre bueno, padre santo,
tú que eres en los
Cielos muy querido por Dios
y en la tierra
admirado y venerado por nosotros,
dirige desde las
Alturas tu mirada compasiva
y tiéndenos tus caritativas
y amables manos,
guía nuestros
pasos por el camino de la paz,
haz que nunca falte el pan en nuestras mesas,
ni amor, cariño y alegría en los hogares,
haz que sepamos ser generosos con nuestros hermanos
y amables y respetuosos con cada criatura de Dios.