Mi amable señor Santiago,
bendito Apóstol y familiar de nuestro Señor Jesucristo,
bendito Apóstol y familiar de nuestro Señor Jesucristo,
enviado por Él para llevar su mensaje de Salvación,
predicar su Palabra y sanar las almas y los cuerpos,
que tu protección me cubra y acompañe siempre;
Santiago, glorioso
peregrino tras las huellas del Maestro
tú que brillaste y
sigues brillando con singular fuerza,
dirige tu luz beneficiosa
hacia mí e ilumina mis caminos.