¡Oh, Ánima la más sola
y desamparada del Purgatorio!
Yo os acompaño en vuestro dolor
compadeciéndoos al veros gemir y padecer
en el abandono de esa dura y estrecha cárcel,
y deseo aliviaros vuestra aflicción,
ofrendaos todas aquellas obras meritorias,
que he pasado, paso y he de pasar en esta vida,
para que paguéis vuestras culpas a Dios
y alcancéis su gracia.
y desamparada del Purgatorio!
Yo os acompaño en vuestro dolor
compadeciéndoos al veros gemir y padecer
en el abandono de esa dura y estrecha cárcel,
y deseo aliviaros vuestra aflicción,
ofrendaos todas aquellas obras meritorias,
que he pasado, paso y he de pasar en esta vida,
para que paguéis vuestras culpas a Dios
y alcancéis su gracia.