La Santa Compañía de Dios me acompañe,
el manto de Santa María, su Madre,
me cobije y de peligros y males me defienda.
Ave María “gratia plena dominus tecum”
(María llena de gracia, el Señor está contigo)
me libre de todos los espíritus malignos
bautizados y sin bautizar.
Cristo vence, Cristo reina,
Cristo de males y peligros me defienda.