¡Señor mío muy amado,
Padre nuestro Jesús Nazareno de Medinaceli!
Gracias te doy por ofrecer tu vida por mi
y te entrego mi corazón, mi ser y mis sentidos,
para corresponder a tanto sufrimiento y dolor
y como prueba de mis afectos.
Señor cuanto me pesa haber pecado,
y por tu Pasión y tus Dolores Salvador mío,
por tu gran clemencia y bondad,
dame el perdón en mis errores y fallos,
en mis ofensas y culpas,
dame tus gracias para nunca ofenderte y siempre amarte.
Señor mío Jesucristo, siempre bueno y justo
siempre generoso y compasivo,
siempre lleno de piedad y amor hacia nosotros,
escucha, oh mi buen Maestro, nuestras plegarias
y bendice con abundancia a estos hijos tuyos
que confiando en tu benevolencia y dulzura
acudimos ante tu milagrosa Imagen implorando tu ayuda,
y llenos de seguridad de que nunca nos abandonas
dame tus gracias para nunca ofenderte y siempre amarte.
Señor mío Jesucristo, siempre bueno y justo
siempre generoso y compasivo,
siempre lleno de piedad y amor hacia nosotros,
escucha, oh mi buen Maestro, nuestras plegarias
y bendice con abundancia a estos hijos tuyos
que confiando en tu benevolencia y dulzura
acudimos ante tu milagrosa Imagen implorando tu ayuda,
y llenos de seguridad de que nunca nos abandonas
te presentamos las necesidades de nuestro cuerpo y alma.
Ampáranos noche y día,
que tu gran amor y sacrificio
sean nuestro escudo y fortaleza ante la adversidad,
que tu amable y dulce compañía
sean nuestro aliento y estímulo cuando desfallezcamos,
que tu poder, sabiduría, consejo y guía
sean nuestra energía para superar las angustias
y así no caer en la desesperanza y el desaliento.
Hoy quiero pedirte y suplicarte
oh mi amado Jesús Nazareno de Medinaceli
que atiendas mis solicitudes,
y me concedas el remedio que tanto preciso
para esta difícil situación por la que paso:
(pedir con mucha fe el favor que se desea conseguir).
Otorga paz a mi alma y salud a mi cuerpo,
dame sosiego en mis intranquilidades y pesares,
Ampáranos noche y día,
que tu gran amor y sacrificio
sean nuestro escudo y fortaleza ante la adversidad,
que tu amable y dulce compañía
sean nuestro aliento y estímulo cuando desfallezcamos,
que tu poder, sabiduría, consejo y guía
sean nuestra energía para superar las angustias
y así no caer en la desesperanza y el desaliento.
Hoy quiero pedirte y suplicarte
oh mi amado Jesús Nazareno de Medinaceli
que atiendas mis solicitudes,
y me concedas el remedio que tanto preciso
para esta difícil situación por la que paso:
(pedir con mucha fe el favor que se desea conseguir).
Otorga paz a mi alma y salud a mi cuerpo,
dame sosiego en mis intranquilidades y pesares,
concédeme ayuda cuando sufra por mi vida amorosa,
tiéndeme tu mano para tener un buen trabajo o negocio
y alivia mis necesidades y problemas.
Derrama tus bendiciones sobre mi hogar,
sobre mi familia, trabajo, negocio y bienes,
colma mi vida de abundancia, prosperidad y dicha,
lléname de paz, tranquilidad, armonía y amor,
y consuélame cuando me sienta solo y triste.
Lléname de tu presencia misericordiosa,
y alivia mis necesidades y problemas.
Derrama tus bendiciones sobre mi hogar,
sobre mi familia, trabajo, negocio y bienes,
colma mi vida de abundancia, prosperidad y dicha,
lléname de paz, tranquilidad, armonía y amor,
y consuélame cuando me sienta solo y triste.
Lléname de tu presencia misericordiosa,
oh mi indulgente y poderoso Nazareno,
de la del Padre y de la del Espíritu Santo,
y que la Santísima Virgen María me cuide y proteja.
Así sea. +
Rezar tres Padrenuestros, Avemaría y Gloria.
La oración y los rezos se hacen nueve días seguidos,
y que la Santísima Virgen María me cuide y proteja.
Así sea. +
Rezar tres Padrenuestros, Avemaría y Gloria.
La oración y los rezos se hacen nueve días seguidos,
y el primer y ultimo día se enciende una vela morada.
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