Oh mi buen Jesús, mi Rey y Señor,
te amo con todo mi corazón, con toda mi alma,
con toda mi mente, con todas mis fuerzas
y con el espíritu que me has dado.
Te adoro y te obedezco mi Señor,
te honro mi Rey, te alabo y te bendigo,
y mi corazón está lleno de agradecimiento
pues sé que siempre has estado acompañándome,
por ello recurro una vez más ante Ti
pidiendo tu misericordia y bondad.